martes, 18 de septiembre de 2007

"¿Ya le has enseñado dónde tiene las piedras?"...

...me salta ahora mi madre, refiriéndose a las piedras de la gata:
- Que sí.
- Ten cuidao ,que a esta le gustan las alfombras...
- Que la acabo de poner a mear, que sí, déjame hacer el proyecto.
- ¿Es que sabes lo que pasa? Que a tu padre no le gusta ver las piedras dentro de casa porque manchan.
- ¡Joder!¡Luego, antes de que llegue apa, las saco!¡Pero déjame hacer el proyecto tranquila, coño!
Que si me haces un café que yo no puedo porque tengo que pasar la aspiradora, que si me traes la ropa de la secadora, que si me ayudas con esto que tengo que ir a recaos porque no sé qué hacer de comer, que si me ayudas a hacer la comida...yo, todo eso, lo entiendo, pero luego me dice que no me pide nada en casa y que no me centro en lo mío, que no hago nada. ¡Joder, así cualquiera hace algo de provecho!
Total, que cuando más enfrascada estaba yo en mi trabajo - personal -, van y aparecen los de la tele. Bueno, especifico para que nos entendamos, los técnicos de la tele, a quienes mi madre me pidió que atendiera puesto que estaba pasando la aspiradora; y es que en casa hay dos teles, una de ellas estropeada y en reparación; pero cuál es mi sorpresa cuando veo a los colegas bajar una caja enorme de la furgona, lo cual hacía que no me cuadraran las cuentas. Mi padre ha comprado una tele que más que una tele parece un cine. Tapa hasta la ventana.
Bueno, pues el cachondeo con los técnicos fue de traca. Entre la tele gigante y la fauna de mi casa...Nada más llegar, les aparecen ladrando los perrillos, un ratonero y una caniche enana, de estas de las bolitas en las patas y en la cola que son odiosas, cegata perdida, y el otro con un lamparón gigante en la cabeza a consecuencia de una reciente operación; les conté a los hombres cómo el perro en cuestión, en una ocasión saltó la verja y se quedó colgado de los cojones del chivo del vecino al cual tenía manía (el perro...); aparte de esto, el colega se ha hecho amiguito de la gata que me regalaron en mayo, y eso que el perro ya es viejo...
Con cositas así, uno piensa que hay días peculiares cuando menos; lo preocupante es cuando esas "cositas" se acomodan en las costumbres diarias. La verdad, no salgo de mi asombro cuando estoy en casa. Luego, mi madre me dice "Ay, qué tranquila estás aquí en casa, sin tener que hacer la comida, ni limpiar, ni hacer recaos, ni..."

1 comentario:

Lord Markthur dijo...

Habiendo leído esta entrada, hay dos cosas que me quedan claras:
La primera: Eres una currante de carajo.
La segunda: Tu perro es un máximo sobrao XDDD
Pero no te preocupes, que vengan a tu casa lso técnicos de la tele no es tan malo, después de todo hay seres peores. Recuerdo el día que a mi madre le tocó lindiar con un vendedor de aspiradores que me cayó pesao hasta a mi, y eso que ni siquiera le estaba escuchando. Además, convirtió en dos horas lo que prometió que serían 5 minutos. Si esque los hay chapas...Menos mal que mi madre es una sobrada y se negó absolutamente a todas sus ofertas. Es una mujer entrenada en el noble arte de decir no a todo.
Un saludo!